Poemas

Si también te gusta la poesía, deberías echarle un vistazo a mi blog de poemas: Gris pradera verde

Locus Amoenus

Era muy fácil imaginar que aquello era sólo un día más. Y que todo lo que inundaba su cabeza eran gritos de un sueño sin sentido, encerrados en lo más profundo de su mente, que se liberaban de sus ataduras para volar libres y agitar su estruendosa cabeza. Pero esto estaba lejos de ser sólo un día más. Este era el día, y todo estaba dispuesto. Esa puerta que tanto tiempo había permanecido cerrada se abría, y el podría por fin entrar a aquel lugar con el que había soñado. Muchos le habían hablado de él, pero pocos habían podido demostrarle su existencia.
Su cuerpo se estremecía a cada paso que daba, poco a poco, más cerca. Los sudores fríos que recorrían su cuerpo refrescaban su excitada agitación. No dejaría pasar esta oportunidad con la que tanto había soñado. Desde lo más oscuro de la noche había llegado a él la oportunidad de alcanzar al fin su tierra prometida, aquella que en sus sueños se presentaba como la más grandiosa de todas, llena de cristales rotos de una vida que había olvidado mucho tiempo atrás.
Eran ya treinta años los que llevaba esperando aquel momento. Por fin se sentía libre, como el sol cuando amanece para bañar con su luz los finos hilos de los que penden los demás seres de alma mortal. Y así los veía él...
Durante mucho tiempo sólo había encontrado burdos engaños de futuro, mentiras universales, creadas para hacerle pensar que su vida era suya... ¡y una mierda! Nunca aceptó que tuviese algún sentido... sólo días, meses, años... ¿qué significa el tiempo? Nada... es una patraña. Pero ahora... ¡Oh! ¡Ahora! ¡Ahora tenía la oportunidad de renacer! Si... esa era la otra salida, todos los golpes que había recibido, todos los sueños rotos, todas las lágrimas derramadas, todas los pasos dados, todos los besos pagados, todos los abrazos recibidos, toda la sangre derramada, todos los ideales defendidos, todas las esperanzas resultadas vanas... cogían ahora un poco de su descabellado sentido.
Cogiendo el cristal en su mano, dejó pasar a los dioses, que a través de este entraron a sus venas, y liberaron su sangre en el baño de aquel local. Y así, al fin, corrió libre entre las baldosas, alejándose de la inerte jaula de huesos que lo había retenido durante años en una asquerosa realidad.

4 comentarios:

  1. Hola, estremecedor relato pero bello. Me trae un recuerdo de juventud a la mente y un poema que escribi alusivo al hecho de lo que a ultimo momento no fue capaz de hacer, cortarme las venas. Besos, cuidate mucho.

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  2. Paso a saludar y dejar un beso, cuidate.

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  3. ok, jeje... deberías pasarte también por mi blog de poemas. ;D

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  4. Impactante relato...!!!


    Un abrazo David.

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