Poemas

Si también te gusta la poesía, deberías echarle un vistazo a mi blog de poemas: Gris pradera verde

La línea

Esto no pasa de un día para otro, ¿sabes? Nadie sabe bien cual es ese momento en que dejas de ver a alguien sólo como un conocido o amigo. Algunos creen que todo está predestinado, yo creo que no existen las casualidades, pero sí las consecuencias. Un día te fijas, te quedas mirándola como un bobo, y al siguiente día le apartas el pelo de delante de la cara, y ella te sonríe. Y a partir de ahí, es una droga. Una droga que necesitas más que el aire que respiras. Y detrás de cada sueño, detrás de cada pensamiento, se esconde ella. Crees que podrás olvidarla pero te equivocas, estás luchando contra la ley de vida, contra el instinto. Y la única cosa de la que no puedes huír es de ti mismo.
Con el tiempo te das cuenta de que ella es única, es especial. Que nadie es tan gracioso, tan guapo, tan listo, tan sincero, tan compatible como ella. Esta sensación va creciendo en tu interior, la sostienes hasta que no resistes más su fuerza y te vence. Y entonces comienza la lucha interna con el miedo. ¿Pensará ella lo mismo? Intentas calmarte y concienciarte de que todo saldrá bien. Pides ayuda a tus amigos, que de poco más que de nada te sirve, y te enfrentas a tu temor.
Un día inicias una conversación vanal con ella, y poco a poco tus palabras van intentando tirar de las riendas y llevar a los caballos hacia tu meta. Tarde o temprano los caballos se encauzan, y ella se pregunta a dónde la llevas. Y con un brillo de esperanza se lo dices: Te quiero. Y ese es el punto, es la línea, el nivel del agua, la estrecha frontera entre la tierra prometida y el infierno. Que la suerte te lleve al lado adecuado...

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